viernes, 27 de mayo de 2011

Ya no es lo que era

Se esta pintando de marrón tirando a negro el presente y el futuro del djying tal y como lo hemos conocido durante muchos años. Tremendista, si. ¿Equivocado?  Es posible.  Lo más adecuado antes de profundizar en el asunto es definir primero que es un discjockey, pinchadiscos en español. Según Wikipedia “un discjockey es la persona que selecciona y reproduce música grabada para una audiencia”. Si lo buscamos en el diccionario de la Real Academia viene a ser lo mismo más o menos. La RAE dice que “un pinchadiscos es la persona encargada de seleccionar y poner discos en una discoteca o en determinados programas de radio o televisión”. Sinceramente considero que las dos definiciones pecan de sosas y pobres. Del diccionario de la RAE no me extraña, pero quizá Wikipedia podría haber sido algo más creativa. Yo estoy convencido de que somos algo más, o que por lo menos se podría definir mejor lo que hacemos, pero las dos definiciones coinciden en lo que considero que es el aspecto fundamental, el elemento básico, que hace que alguien sea o no sea un real dj. El verbo seleccionar es clave a la hora de entender cuál es el aspecto que considero fundamental de nuestro trabajo. Seleccionar según la RAE es elegir, escoger por medio de una selección, lo que nos deja casi igual que estábamos porque además Wikipedia en su enormidad parece que no se ocupa de este tipo de verbos. La definición es correcta, pero aplicada a lo nuestro se queda muy corta. Para mi seleccionar en nuestro trabajo es algo más complicado (o trabajoso por lo menos). Seleccionar es buscar, encontrar, desmenuzar, investigar, deambular, recolectar, pensar, escuchar, escuchar, escuchar y al final decidir.

A qué viene todo esto. Pues muy sencillo, sin ese trabajo exhaustivo de selección de un real Dj todo lo que nos hemos esforzado tanto en crear, toda esta club culture - que no solo incluye a los bares, discotecas y a los que acuden a ellas  además de revistas, webs y radios del ramo,  sino que principalmente se sustenta en lo sellos discográficos independientes que nos proveen del elemento básico-, esa club culture con la que nos llenamos la boca cuando queremos presumir de artistas se va a ir al carajo, música de calidad incluida y como primera víctima. Y todo esto es por el "boom" que se esta teniendo en la cultura del DJ, Djs pop-stars, Djs relaciones publicas o Djs payasos en su modo más peyorativo no son personajes que le dediquen tiempo a ese eje fundamental de nuestra profesión porque ni se les ocurre que sea parte del trabajo ni lo necesitan para tener éxito.  Si son pop-stars pinchan lo suyo y lo de sus amigos, si son relaciones públicas lo que les pasan sus amiguetes y si son payasos entre los amiguetes y los charts de Beatport y Dj Mag les vale. Por favor, que no se me preocupen los fiesteros, que la fiesta no va a desaparecer, pero ya no será lo mismo. Sera otra cosa, será puro entretenimiento sin profundidad. Espectáculos de variedades para el esparcimiento. Ya es eso en la mayoría de los casos.

Si muchos de nosotros no nos dedicamos a ese trabajo de seleccionar - con todas las facetas que abarca el verdadero trabajo de pinchar y no me refiero solo al par de horas que pasas en la cabina del club- va a haber un estancamiento creativo con la simplificación del producto musical que eso acarrea. La música no va a avanzar, no van a salir más productores que nos sorprendan con su arte porque lo facil, lo que no necesita de un mínimo esfuerzo intelectual para comprenderlo y gozarlo será lo que prevalezca. Nosotros, los que escuchamos y decidimos somos los que le damos vueltas a la manivela que mueve los engranajes del genio, los que alimentamos a la musa. Sin nosotros seguirá habiendo discotecas, seguirá habiendo fiesta, pero para la música bastara con ese algoritmo creado por no sé qué compañía que produce hits mediante una fórmula matemática. Luego quedará por supuesto el entretenimiento  claro y con el tendremos al que se pone detrás de la cabina a levantar los brazos y pegar brincos o el que se dedica a llenarla de gente guapa para que salga una bonita foto. Y puede que sea divertido sí, que nos lo pasemos bien y sea una noche muy chingona, pero se habrá perdido algo en el camino, algo que lo hacía diferente a cualquier otra experiencia, algo que nos había permitido acercarnos a rozar con la punta de los dedos lo que transmite el performance de un músico genial, ese ingrediente imprescindible que tantos filósofos, poetas y artistas de toda índole han intentado ubicar en sus obras desde el principio de los tiempos, EL ALMA.

Esto ya no es lo que era...

viernes, 6 de mayo de 2011

Al fin ya es viernes

Ya habia dejado muy abandonado este pequeño espacio que Dios ha puesto a mi disposición para escribir todas esas cosas con las que se me llena el hocico y fluyen por mis largos y habilidosos dedos.... así que lo retomare para sacar mis frustacion y seguir diciendo pendejadas....


Viernes por la tarde en la Ciudad de México. Aun no es la hora de la comida y tu ya estas fabricando ideas para esta noche. No eres el único. Por el Messenger, el email, y el celular te topas con la misma la pregunta: ¿Que hacemos hoy?
Tu jefe se asoma y tu pretendes concentrarte en el tabajo que te encargo mientras tus amigos te distraen en el chat:
-¿Que onda en la noche? -No se, pero si no hay algo, a ver que inventamos.
-Un cuate tiene una fiesta, vamos.
-Tengo una boda, ¿me acompañas?
- Inauguran un lugar en el Sur, que flojera, pero el chupe es gratis!!!
 -Hay fiesta en el Centro.
 -Hoy toca un DJ buenísimo.

Mensajes del estilo inundan el ciberespacio, pero solo sirven para que te des una leve idea de como se comporta el mercado hoy, por que tu mejor que nadie sabes por experiencia que en esta ciudad, entre mas se elabora un plan, mas difícil es llevarlo a cabo.
Sientes que una fuerza superema te domina y te sorprendes por un cúmulo de coincidencias que caen sobre ti como serpentinas y confeti, sin algún orden en particular. Sales de la chamba, no quieres regresar, inventas un pretexto mas, a estas alturas ya eres experto. Te sientes orgulloso pues te saliste con la tuya (una vez mas).
Pasas por tu restaurante favorito para checar el menú del dia, osea, su clientela. Te saludan desde la cocina, la barra, las mesas, el valet parking. Te sientes popular. Te encuentras a esa mujer con la que dejaste un asunto pendiente que ya no te acuerdas precisamente ni cuando ni que fue. No la saludas. 

Te gritan desde la mesa mas grande del restaurante, no reconoces a nadie. De pronto ves a tus compañeros del colegio. Toda la clase reunida en una mesa y te preguntas porque no estas invitado tu (recuerda David, a todo el mundo le cagas por mamón). De todas formas los acompañas para la sobremesa donde se discute a donde la seguirán: Xochimilco, Garibaldi, Coyoacan, el Centro, o de plano al Oxxo por varios litros de alcohol. Te da igual.

Ring Ring. Suena tu celular.
¿Que onda? ¿Que haces?
-Aqui comiendo con unos amigos, vamos a salir.
-¿A donde? No se. Te llamo despues. 

Ring Ring. Otra vez tu celular.

- ¿Porque no caes?
-Ya estoy en pijama, no pensaba salir.
- Lánzate, te conviene.
- OK, voy para allá.
-¡Te traes una botella de tequila!

Horas mas tarde -y una botella despues- estas en Xochimilco con una docena de nuevos amigos y amigas , no recuerdas ni sus nombres pero en este momento todos son tus hermanos.

Trazas una ruta alternativa a la común: ¿El Mama Rumba? Si. Pero antes unos mojitos en la Bodeguita del Medio, allí son mejores. Despues de unos tragos y un buen son, te sientes listo para arrasar con la pista. ¿Estara la pista lista para ti? Who cares!
Una hora mas tarde te encuentras al el exnovio de tu amiga, se ha convertido de hippie a yuppie y te invita al Ixchel. Obvio aceptas. Te sirven un trago y observas a la gente detenidamente, no sabes si bailar o sentarte a beber un Martini. Le das la vuelta a la barra, vas al baño unisexo y te frikeas. Te rescata una adorable amiga y te vas con ella al Rioma. 
Esquivas a la seguridad mas pesada de México despues de la de Los Pinos y te sumerges en la pista. No conoces a nadie, pero no te sientes solo. Los de al lado te invitan a un after en una casa en las Lomas. No vas. En la barra se te acerca un tipo con cara de DJ (cara de loco pervertido y harto guapo, como todo DJ que se respete) y te pegunta de donde eres, pues su amiga suya te quiere conocer. Bailan un par de rolas, mas vodka por favor. Mas. Otro RedBull. Vodka con RedBull. Unos Marlboro. Vamos al Pedro Infante, ese karaoke en el Sur a donde a estas horas todos queremos cantar. “La que sigue es para la damita…”
After no oficial en la terraza del Habita. Necesitas tu traje de baño.  Duermes en una cama desconocida. Despiertas con resaca y sales a buscar el desayuno: Huevos Rancheros, jugo de naranja, café americano, y dos aspirinas. Es sábado y el partido ya empezó. Dejaste plantados a tus cuates. Da igual. Uno a cero a favor del equipo contrario. No puede ser. Beep Beep.

Tienes un mensaje de texto esperándote y de tu celular se desliza la misma pregunta de ayer: ¿Que hacemos hoy? Por un momento piensas ¿Déjà vu? Un segundo mas tarde ya estas pensando a donde ir, La Camelia en San ángel, mas tarde el Cluv en Bosques, unas chelas al Pasaguero, el Virreyes, la terraza del Condesa, El Pervert, el Petra, el Prima, el reven de saico en el bosque, Poymarch, y un largo etcetera.

La buena noticia es que te espera una noche totalmente distinta a la anterior. Tu sabes que en esta urbe tan extensa ninguna noche se parece a otra. No se sabe si la ciudad misma o sus habitantes son los culpables de la espontaneidad que reina en las calles y avenidas de esta metrópoli. El DF tiene vida propia y noche tras noche es capaz de reinventarse, transformarse y sorprenderse asi mismo y a todos los que formamos parte de esta bestia...